En plena crisis mundial por el conflicto desatado en Ucrania, con un marcado carácter humano de tragedia y en el que, lógicamente, lo grave es el dolor de las víctimas, hay otros elementos laterales para muchas personas que, temerosas de hacia dónde escale este conflicto, se plantean qué hacer con su dinero.
En los últimos días, y con mayor probabilidad durante las próximas semanas si el conflicto se pista, ya estamos comprobando cómo empieza a retraerse la inversión de riesgo. Los productos de renta variable se contraen salvo en aquellos inversores profesionales con altas capacidades.
Para el inversor de a pie, para el pequeño ahorrador, un escenario como el actual es un modelo de temor hacia la situación y hacia lo que pueda ocurrir con sus pequeños ahorros o inversiones. Y en este contexto puede surgir la duda de si los depósitos puede ser una alternativa.
¿Pueden ser una alternativa los depósitos?
Sí, pero con matices. Los depósitos nunca han dejado de ser una alternativa para los ahorradores. Recordemos que siguen siendo un modelo de ahorro muy extendido en prácticamente todos los países con sistemas financieros más o menos estables.
Sin embargo, la bajada de los tipos de interés en la última década y la rebaja en el precio del dinero, ha hecho que un depósito no sea precisamente lo más atractivo desde el punto de vista de la rentabilidad.
Salvo productos en el extranjero con rentabilidades superiores a la media, los depósitos siguen siendo, con mucha distancia, un modelo de ahorro que no proporciona grandes rendimientos. Y, sin embargo, los seguimos usando.
El motivo fundamental es que se trata de productos garantizados, que mantiene la seguridad de nuestro dinero y que no permiten las perdidas graves porque, habitualmente, van a estar cubiertos por fondos de garantía o seguros.
¿Hay algún tipo de depósito especialmente adecuado en estas situaciones?
Realmente no. La realidad es que no existe un modelo que sea especialmente adecuado para periodos de crisis, los depósitos no modifican su carácter independientemente del momento. Sin embargo, si hay un factor que deberíamos tener en cuenta y es la posibilidad de la subida de los tipos de interés.
Esto no es baladí. Hay que pensar que, en un entorno de inflación disparada, una de las acciones que les quedan a los bancos centrales es aumentar los tipos de interés para tratar de pelear con el aumento de precios. Y, sin embargo, esto repercute de manera directa en el precio de los productos financieros, y si aumenta el valor con el que los bancos centrales prestan el dinero a las entidades financieras, probablemente los depósitos también aumenten su rentabilidad.
Esto está por ver, es un escenario especulativo, pero en este contexto, en un contexto de aumento del interés para que los bancos obtengan más liquidez, es posible que los depósitos puedan llegar a ser más interesantes. Deberíamos esperar en cualquier caso a la finalización de este primer trimestre para ver las consecuencias reales en lo económico del conflicto en Ucrania.