Dentro de poco, el verano comenzará a notarse cada vez más con las subidas de las temperaturas. Sin embargo, el calor ha estado presente tanto en el ambiente como en nuestros hogares desde hace varias semanas.
Por eso, a continuación te presento algunos consejos sencillos para ayudarte a reducir la temperatura en tu casa. Lo mejor de todo es que no necesitarás un aire acondicionado comprado o hecho en casa para lograrlo. ¿Cómo es posible? Estas estrategias van desde aprender a manipular las persianas y electrodomésticos hasta utilizar colores claros en la decoración y enfriar las sábanas en el frigorífico
Consejos para tener la casa en una buena temperatura durante el verano
Con el objetivo de mantener la casa fresca sin necesidad de usar un aire acondicionado o para reducir su uso y así evitar un aumento en la factura de la luz, existen algunos trucos simples que puedes implementar.
El primer truco se basa en saber cuándo abrir y cerrar las ventanas. Aunque pueda parecer una acción sencilla, no todas las horas del día son adecuadas para hacerlo. Cuando el sol comienza a descender y las temperaturas empiezan a bajar, es el momento ideal para abrir las ventanas. También es recomendable subir las persianas y correr las cortinas en este momento. Esta estrategia puede estabilizarse durante toda la noche y las primeras horas de la mañana. Sin embargo, a partir de las ocho de la mañana, si la temperatura ya supera los 20 ºC, es conveniente cerrar la casa. Con este simple gesto, habrá permitido que la habitación se ventile durante unos minutos y evitarás que entre aire caliente.
Es importante destacar que antes de salir de casa para ir al trabajo, debes asegurarte de bajar las persianas. Aunque pueda resultar un poco sombrío regresar a una casa oscura, apreciarás la temperatura más fresca que se mantendrá a lo largo del día sin gastar un solo euro.
Cuando estás en casa y te encuentras realizando tareas como cocinar, hacer la colada o lavar los platos, es conveniente tomarse dos minutos para pensar en qué electrodomésticos necesitas utilizar y si es posible evitar alguno de ellos. No tiene mucho sentido mantener la casa cerrada para mantenerla fresca y luego calentar el ambiente al preparar un pollo asado. Entonces, ¿cómo evitar el calor sin renunciar a la comodidad de usar la lavadora o cocinar un plato delicioso?
En el caso de la colada, lo ideal es poner la lavadora temprano en la mañana. De esta manera, se puede aprovechar la frescura de ese momento del día y, además, las altas temperaturas ayudan a que las prendas se sequen más rápidamente al aire libre. Si tienes la posibilidad de tener la lavadora en una galería que da un patio o terraza donde puedas tender la ropa, puedes aprovechar el calor residual para acelerar el secado mientras evitas calentar el resto de la casa. Un truco adicional consiste en cerrar la puerta de la galería y abrir la ventana que da al patio, de esta forma crearás una corriente de aire que ayudará a mantener el espacio fresco.
En cuanto a la cocina, es recomendable adaptar tu dieta a las altas temperaturas. Evita recetas que requieran el uso del horno, largos períodos de cocción o alimentos picantes, ya que contribuyen a aumentar la temperatura de la vivienda. Sin embargo, esto no significa que debas comer exclusivamente platos fríos durante tres meses. Puedes utilizar la cocina y el horno, pero no olvides encender el extractor de humos para eliminar el calor y los olores de la cocina.
El uso de un ventilador es importante durante el verano, pero es necesario asegurarse de que esté moviendo aire frío en lugar de aire caliente. Además, crear corrientes de aire es fundamental. Para lograrlo, simplemente coloque el ventilador en dirección opuesta a la ventana. Esto significa que el ventilador tendrá un efecto mayor especialmente durante la noche. ¿Y qué podemos hacer durante el resto del día? Un truco clásico es colocar una cubitera con hielo y sal gruesa justo en frente del ventilador. Es una solución sencilla, económica y efectiva.
Otro aspecto básico del verano es jugar con las percepciones visuales. Los colores claros generan una sensación de ligereza y frescura. Por lo tanto, utilizar tonos claros en las colchas, sábanas y cortinas ayudarán a crear un ambiente más agradable. No es necesario redecorar toda la casa, simplemente colocar una sábana clara sobre un sofá oscuro puede marcar la diferencia. Sin embargo, donde no se puede fallar es en la elección de los tejidos. Durante el verano, debemos evitar materiales como la pana o el terciopelo y optar por el algodón, que es el mejor aliado para mantenernos frescos.
Si abrir las ventanas durante la noche no es una opción porque el vecino tiene el aire acondicionado encendido justo encima de nuestra vivienda, hay un último truco que podemos emplear. Para contrarrestar el calor que entra a través de ese electrodoméstico, podemos asegurarnos de que la cama esté más fresca de lo habitual. ¿Cómo hacerlo? Simplemente mete las sábanas en una bolsa y déjalas en el congelador por un rato. Antes de ir a dormir, haz la cama con las sábanas frescas y podrás dormir sin pasar calor en toda la noche.